Entre pendejos y diputados
Ávila, rodeado de afines
Cortés, vacío espontáneo
Impunidad hace tendencia
Como muchos de sus actos oficiales en la Secretaría de Salud, la comparecencia de Ernesto Ávila en la Junta de Coordinación Política del Congreso terminó en otro fiasco. ¿Qué dijo el secretario a los señores diputados? Nada, pero todos en el piso 18 registraron el “son pendejadas” de un subordinado, Pedro Ramírez Godínez, desacreditando preguntas de la diputada Rocío Sáenz, presidenta de la Comisión de Salud.
Es para risa la impertinencia de Ramírez Godínez, llamar pendejos a los diputados mientras se desarrollaba la comparecencia de su jefe sólo puede explicarse porque el florido y popular concepto es aplicable a su persona. El calificativo, por lo visto ayer, le va de perlas.
Desde luego que los diputados se montaron en la dignidad parlamentaria, su especialidad, para pedir hasta su cabeza y al inocente –para evitar la popular palabreja- del doctor Ávila no le quedó más remedio que tragarse el sapo sin hacer gestos. Indefendible la imprudencia de su director ejecutivo.
Algún académico del servicio público debería realizar estudios científicos de los modos y formas en que altos funcionarios de Salud desempeñan su trabajo, seguro la pondría como ejemplo de lo que nadie debe hacer. A los señores de Salud no les sale una. Busquen a un brujo que los limpie o psicólogo que trate sus traumas, por humanidad háganlo rápido, dan pena ajena.
Pero en fin, Ernesto Ávila en algo muestra congruencia; gobierna con los afines, empezando por Pedro Ramírez ¿No tendrá el PAN, de plano, alguien de confianza que pueda desahogar el trabajo en esa importante secretaría en términos al menos aceptables? Parece que no.
Los gabinetólogos de bolsillo llevan semanas hablando del cambio en Salud e incluso han puesto nombre al sucesor, Jesús Enrique Grajeda. Sin embargo el gobernador sigue sin dar color, es uno de los que decidió cerrar los ojos a la tragedia diaria que viven los pacientes en los hospitales del Ichisal.
El exrector de la UACh es un hombre honesto por convicción, no de apariencia ni moda, desapegado del poder y a la vez conocedor del sistema, como acreditó cuando estuvo al frente de la Facultad de Medicina y de la rectoría.
Ojalá Corral lo pusiera al frente de la cuestionada Secretaría –faltaría que Grajeda acepte- al menos para restituir el sentido común perdido con el nombramiento de Ávila y acabar con las sospechas de corrupción que tanto daño le han hecho.
De no ser por la compañía de Juan Blanco y el saludo de “presente” que hizo Jesús Mesta, diputados federales por Chihuahua, la visita de Marko Cortés hubiera pasado como la de cualquier paisano en plan turista.
Le ha ido mal en su recorrido buscando alianzas para la dirigencia nacional, pues ninguno de los dos grupos que dominan el panismo doméstico, neofamilia y M3, apuesta por la continuidad del anayismo y pocos panistas representan mejor ese fracaso que Cortés, así simule distanciamiento en las últimas semanas.
Quiere ser presidente del PAN, pero la catastrófica derrota de Ricardo Anaya lo inhabilita políticamente, junto a Damián Zepeda es uno de los más avanzados discípulos del “estructurado” candidato perdedor. Son políticos de mentiritas, maquillados que impostando la voz y “estructurando” sus ideas, quieren escalar hasta los más altos puestos, siguiendo el ejemplo de su malogrado jefe.
Javier Corral destapó, semanas atrás, a Carlos Medina Plascencia y aunque no ha roto con Anaya--durante el pasado Consejo Político puso distancia-- al exigir el fin de la simulación a sabiendas de que el comité actual, al servicio del excandidato, es el mayor simulador. Son incapaces hasta de la menor autocrítica.
A la indiferencia de Corral sume el rechazo de por lo menos seis gobernadores miembros del poderoso sindicato que han llamado “Goan” –Gobernadores de Acción Nacional- y no se diga el de Felipe Calderón, que primero renuncia al partido antes que ver a Ricardo Anaya regenteándolo a través de terceros.
Ricardo Anaya y quienes lo acompañan en la locura de mantener al PAN como su rehén no saben que están situados en el lado equivocado de la historia. Podrían utilizar el control que ejercen sobre las estructuras del partido para conservar la presidencia, pero nunca conquistarán a la militancia.
El continuismo de un proyecto catastrófico sería lo peor que pueda sucederle al partido que pinta para ser el gran opositor al régimen de la Regeneración y nadie lo encarna mejor que Cortés.
Elba Esther Gordillo libre y sin cargos, Napoleón Gómez en camino al senado, César Duarte ganando amparos, Rodrigo Medina exonerado por las acusaciones de desviar decenas de millones de pesos a la compañía coreana de autos, KIA, la esposa de Javier Duarte tirando dinero en Londres y otros íconos de la corrupción ganando su litigio en tribunales.
La impunidad hace tendencia en el último tramo de la administración señalada socialmente como una de las más corruptas de la historia reciente del país ¿Es el último gran servicio que hace Peña Nieto a sus asociados o el perdón sumario del nuevo régimen?
Ojalá se trate de Peña, total una raya más al tigre no hace diferencia, pero si la impunidad toma fuerza justo al inicio de un movimiento social galvanizado en el discurso del combate a la corrupción y la promoción de austeridad, sería una tragedia para el país.
Jamás nos liberaríamos de la inmunda clase política que nos parasita. Bienvenido el perdón, pero que antes la pandilla de saqueadores paguen o regresen lo que se llevaron: el borrón y cuenta nueva no puede ser de observancia universal, pongan algunos ejemplos de que van en serio.
Trascendió que un grupo de catorce damnificados por el Aeroshow –aunque no lo crean todavía andan con esas- prepara plantones frente a la presidencia municipal, con el fin de hacer cumplir una sentencia judicial que les otorgó derecho a una indemnización.
Los abogados hicieron correr la versión, pues sienten que en el Municipio no los han tomado en cuenta, a pesar de las resoluciones judiciales que los amparan ¿Será? Por qué no, si los ha favorecido un juez y no les hacen justicia, la manifestación pública sería el siguiente paso.
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