Skip to main content

Niña con parálisis cerebral termina en la fosa común

Con apenas 9 ó 10 años de edad, una niña con parálisis cerebral, de la que nadie supo su nombre, perdió la vida por neumonía el 11 de febrero pasado en el Hospital Infantil de Ciudad Juárez, la misma frontera en la que ayer fue inhumado su cuerpo en la fosa común del panteón municipal San Rafael.

La pequeña víctima del abandono social, cuyo cuerpo permaneció ocho meses en el Servicio Médico Forense (Semefo), formó parte de las 97 inhumaciones realizadas por peritos forenses y trabajadores de una funeraria local en medio del cementerio ubicado a las afueras de la ciudad.

De acuerdo con la vocera estatal de Servicios Periciales, Joselyn Guzmán, se trató de 12 mujeres y 85 hombres que murieron durante 2020 y 2021. Del total, 40 fueron víctimas de la violencia que se vive en Ciudad Juárez, pero nadie reclamó sus cuerpos.

Diez personas más murieron a causa de Covid-19, una persona se suicidó, otra se ahogó, una murió por hipotermia, 43 perdieron la vida por distintas enfermedades y en otro caso la causa de muerte se marcó como “no determinada”.

La mitad de los cuerpos fueron colocados uno a uno en fosas individuales que llenaron la conocida fosa común del panteón ubicado a las fueras de Juárez, por lo que el resto fue colocado en una nueva área del camposanto.

Después de trasladar los ataúdes desde los laboratorios de Semefo hasta el desierto, los peritos forenses y los trabajadores funerarios descargaron una a una las cajas de manera, para colocarlas en mesas metálicas y luego depositarlas en las fosas que quedaron cubiertas por montones de arena, identificados para su fácil localización.

De acuerdo con datos de Servicios Periciales y Ciencias Forenses de Chihuahua y seguimientos periodísticos, de 2008 a la fecha han sido enterrados un total de 2 mil 443 cuerpos no identificados o no reclamados por sus familias en la fosa común de Ciudad Juárez.

La de ayer fue la segunda inhumación de 2021, año en el que suman 216 cuerpos enterrados, luego de que en 2020 fueron enterrados por las autoridades 216 cuerpos y seis cabezas más, y en 2020 sumaron 261 cuerpos colocados en el área destinada a las víctimas “sin nombre”.

Además de la necropsia, a cada cadáver se le practican exámenes técnicos y científicos que permitan la posible identificación futura del individuo, como son perfil genético, ficha dactilar, fotografías de cuerpo y de las prendas que vestía al ser hallado, así como los análisis dentales, explicó Guzmán.

El objetivo es que posteriormente puedan ser fácilmente identificados por sus familiares, como ha ocurrido en algunos casos, en cuyas fosas se observan cruces con sus nombres e incluso imágenes religiosas o flores de tela.

Mientras tanto, los 97 cuerpos inhumados ayer fueron despedidos sólo por los trabajadores del Estado, sin los adioses de sus familiares o sus seres queridos.

 

EL DIARIO DE CHIHUAHUA

  • Creado el
  • Visto: 298