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Entra la Agroindustria a rescatar el recurso vital, el agua

La tecnología, a través de soluciones como realidad aumenada, big data o robótica se pretende conseguir una mayor productividad a menor costo ecológico.


En medio de la crisis mundial del agua, que en México tiene agravantes como la sobreexplotación de sus mantos acuíferos, la agroindustria nacional, consumidora del 70% del recurso hídrico en el país, debe acelerar su paso hacia la modernización. Urge una gestión hídrica eficiente, no sólo para lograr los objetivos sectoriales que nos han de llevar a esa autosuficiencia alimentaria que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha propuesto, sino que puede tener un impacto muy positivo en otros aspectos estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo, como el combate a la pobreza, tan enraizada en el ámbito rural.
Y es que un mejor aprovechamiento del agua en el sector agrícola puede generar desde una mayor y más diversificada producción, hasta aumentos significativos en los ingresos de los trabajadores del sector, así como nuevas oportunidades de empleo y mayor un acceso al recurso para otros usos. Agricultura de precisión Ante la problemática global del vital líquido, la agroindustria de todos los rincones del planeta está volteando hacia soluciones basadas en el uso de inteligencia artificial, realidad aumentada, el big data y la robótica, todo lo cual conforma el modelo de producción conocido como agricultura de precisión. Considerado por expertos como el camino para conseguir la mayor productividad al menor costo ecológico, este enfoque busca que cada etapa de la producción disponga de los insumos correctos tanto en calidad como en cantidad, desde los agroquímicos que eventualmente son necesarios para controlar plagas (aunque a menudo puedan también ser dañinos para el medio ambiente y el ser humano), hasta la misma agua. Este enfoque agroindustrial puede involucrar el uso de robots para aplicar productos antiplagas sin el riesgo de contaminar cultivos sanos o generar desperdicios de esas sustancias, que en ocasiones ascienden al 95% o 99%, con costos elevados no solo en términos económicos sino también medioambientales. Mediante software de reconocimiento y construcción de imágenes, la inteligencia artificial puede identificar agentes nocivos, para luego combatirlos mediante rayos láser que interrumpen su crecimiento, o plaguicidas administrables de manera localizada. Así es como la agricultura de precisión coadyuva en la disminución del uso de agroquímicos en general. En cuanto a la gestión del agua, esta propuesta pone el énfasis en los sistemas de riego, ya sea para mantener por más tiempo la humedad proveniente de las lluvias, o para que las tierras sobre las que llueve menos y que, por tanto, requieren de agua traída de otros lugares, sean más productivas con el menor detrimento posible de la salud del suelo. Los sistemas de irrigación contemplados en la agricultura de precisión hacen posible el ahorro de agua y son de varios tipos, por ejemplo, el microrriego, que distribuye pequeñas cantidades mediante goteo, microaspersores o diminutos surtidores, y el riego deficitario regulado, que implica la hidratación paralela a la administración de fertilizantes en los cultivos (incluidos los fertilizantes líquidos).
Claro, el agricultor debe recibir un entrenamiento para ser capaz de detectar la humedad del suelo y la temperatura de la cubierta de los cultivos, pues de esta manera también será capaz de determinar la profundidad a la que debe aplicar el riego en diferentes zonas del campo. La agricultura de precisión supone cierta inversión económica, no sólo en sistemas inteligentes de riego, sino también en drenaje, pues ambos rubros son complementarios para el logro de una mayor productividad y el máximo aprovechamiento de los insumos agrícolas. La agricultura de precisión y sus métodos de gestión eficiente del agua ya se emplean en prácticamente todo el mundo, y el campo mexicano, lejos de resignarse al rezago, ansía beneficiarse con su impacto positivo, tanto en el plano productivo y socioeconómico como medioambiental.

Fuente: Milenio.com

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